Con la llegada del frío y el invierno, el uso de las piscinas disminuye considerablemente. Por eso, es fundamental preparar la piscina prefabricada adecuadamente para que, durante los meses invernales, no se vea afectada por las condiciones climáticas adversas y se conserve en perfecto estado, como el primer día.

Hibernar una piscina consiste en preparar el agua y los equipos para que se mantengan en buen estado durante el invierno, evitando la proliferación de algas y el deterioro de los sistemas debido a las bajas temperaturas. Aquí tienes un resumen de los pasos clave:

1. Limpieza profunda: Cepilla las paredes y el fondo de la piscina y limpia bien el sistema de filtrado. Asegúrate de que no queden restos de suciedad o algas.
2. Ajuste del pH y químicos: Asegura un nivel de pH entre 7,2 y 7,6. Aplica productos específicos para hibernación, como algicidas y un invernador químico, que evita la proliferación de microorganismos durante el invierno.
3. Bajada del nivel de agua: Reduce el nivel de agua para evitar daños en el sistema de skimmers y el rebosadero. Generalmente se recomienda bajar el nivel hasta unos centímetros por debajo de estos.
4. Protección de los equipos: Purga el sistema de filtración y apaga los equipos para evitar daños por congelación. En algunos casos, es recomendable desconectar y almacenar las piezas sensibles.
5. Cobertura de la piscina: Coloca una cubierta de invierno sobre la piscina. Esto evita que caigan hojas, suciedad y mantiene las propiedades del agua durante el período de inactividad.
6. Mantenimiento mínimo: Revisa cada cierto tiempo el estado del agua y la cubierta para asegurarte de que todo esté en orden y no se hayan formado algas o acumulado desechos.

Siguiendo estos pasos, mantendrás la piscina en buen estado durante el invierno y facilitarás su apertura cuando llegue la temporada de verano.

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